Sergio Riskin es productor e ingeniero agrónomo, nació en la misma chacra en la que sus abuelos construyeron la primer casa de la familia tras su llegada desde Bielorusia. En esta nota les contamos lo que nos relató sobre los primeros años de los Riskin en el Valle Esta familia lleva 92 años en la actividad frutícola, en la zona de Roca. En 1913 llegaron Bernardo Riskin (el abuelo de Sergio) junto a su esposa María y sus hijos Rufino y Jacobo. Ellos formaban parte del grupo de familias que fundaron la antigua colonia rusa.
En 1906, Isaac Locev había comenzado las gestiones para conseguir las tierras ante Ezequiel Ramos Mexía, que en ese momento era Ministro de Obras Públicas. Una vez obtenidas las tierras que se encontraban en Cervantes y Roca, Bernardo ocupó las chacras 258 y 259.
Las chacras fueron trabajadas por él y luego por Rufino, el mayor de los hijos y padre de Sergio. Los cultivos fueron variando. Durante los primeros años se producía semilla de alfalfa, pasto para forrajes, legumbres secas, los primeros cultivos fueron viñedos, tuvieron importancia las hortalizas (papas y tomates para industria) y luego llegó la fruticultura.
“Durante los primeros años todos los trabajos se hacían con tracción a sangre,  se nivelaban los suelos y se hacían las labores culturales con caballos. No eran productores pero venían con la idea de trabajar la tierra. Si bien los primeros años fueron difíciles y de muchas privaciones, eran optimistas y vivían felices”.
“Mi abuelo se destacó porque su ideal fue la agrupación de los productores de la región (españoles, italianos, judíos y de otros orígenes) para producir y comercializar los distintos productos en conjunto. Él fomentaba el sistema cooperativo. Fue presidente de varias cooperativas de la región de distintitos rubros de la producción”.
Y realmente la lista que nos enumera Sergio es larga y demuestra la pasión y voluntad de su abuelo: Presidente de la Primera Cooperativa Frutícola de General Roca (que hasta hoy está en actividad y es una próspera empresa que empaca y comercializa la producción de más de 50 productores), presidente de de la Cooperativa Vitivinícola Fuerte General Roca (conocida por la marca de su vino El Poderoso), presidente de la Cooperativa Forrajera Alto Valle (con sede en Cervantes y que según archivos del cooperativismo fue la primera cooperativa de forrajes en la Argentina), presidente y fundador de la Cooperativa de Conservas Alimenticias de Cervantes y presidente de la Federación de Cooperativas de Río Negro y Neuquén (primera organización de segunda grado).
Además,  Bernardo Riskin integró la Comisión Asesora de Regantes del Valle Superior del Río Negro, que a comienzos del siglo veinte era nombrada directamente por el Poder Ejecutivo de la Nación, y en su trabajo por conseguir recursos para la producción, fue director del antiguo Banco de Río Negro y Neuquén durante más de 15 años.
Y al parecer el legado de Bernardo se cosecha año a año. La chacra en la que se asentó, donde construyó su casa (foto) todavía está en actividad a cargo de Sergio. La producción se entrega desde hace 62 años a la misma empresa, la Cooperativa que presidiera su abuelo. “Es una empresa que siempre ha cumplido con los productores asociados”, afirma orgulloso Sergio.
“Lo que más recuerdo es su personalidad, y conozco el reconocimiento y el respeto de la gente del valle hacia su persona por la manera en que él se brindó, no en beneficio propio sino de la sociedad en general que lo rodeaba. Su objetivo era trabajar en conjunto para todos.  Creo que la generación actual tiene que rescatar el ejemplo de la gente que llegó a trabajar, que luchó y que salió adelante a pesar de las dificultades”.